La ONU advierte sobre los riesgos del cambio climático para la salud
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas, la información sobre clima no está lo suficientemente integrada en la planificación de los servicios de salud.
Ginebra, Suiza. El cambio climático representa una amenaza para la salud a causa del aumento de los desastres meteorológicos y del calor extremo, indicó el jueves la ONU, pidiendo mejores servicios de alerta para atenuar los efectos más nefastos.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas, la información sobre clima no está lo suficientemente integrada en la planificación de los servicios de salud.
“El cambio climático amenaza anular décadas de progreso hacia una mejor salud y bienestar, principalmente en las comunidades más vulnerables”, advirtió la OMM.
El informe anual de la OMM sobre los servicios climáticos indica que se necesita información adaptada sobre esa área para apoyar al sector de la salud frente a unas condiciones meteorológicas cada vez más extremas, la mala calidad del aire, enfermedades infecciosas y la inseguridad alimentaria e hídrica.
La OMM señala que de todas las condiciones climáticas extremas, las fuertes olas de calor son la causa de mayor mortalidad, pero que sólo la mitad de los responsables de tomar decisiones sanitarias en los países afectados tienen acceso a servicios de alerta.
Entre 2000 y 2019, se calcula que unas 489.000 personas murieron cada año de media a causa del calor, según la OMM.
Menos de una cuarta parte de los ministerios de salud disponen de un sistema de vigilancia sanitaria basado en información meteorológica, para monitorear los riesgos para la salud relacionados con el clima.
Según el informe de la OMM, los países que cuentan con alertas limitadas tienen una mortalidad por desastres ocho veces mayor que los países con alertas completas.
El número de desastres de mediana o gran escala “deberá alcanzar 560 por año, o sea 1,5 por día, para 2030”, subrayó la agencia.
“La crisis climática es una crisis de salud, que entraña fenómenos meteorológicos más graves e impredecibles, alimenta epidemias y contribuye al aumento de las tasas de enfermedades no transmisibles”, declaró el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
AFP